En este mes de septiembre, hemos inaugurado nuestro nuevo ciclo de Formación para padres a través de Internet y ha sido todo un éxito. Gracias a todos los que habéis participado por vuestro interés y aportaciones. Juntos aprenderemos y avanzaremos en este año tan complejo.
El primer curso se ha centrado en la vuelta al cole, en cómo enfrentarnos a esta nueva realidad que nos ha obligado a replantearnos el día a día en la escuela. Se ha reflexionado sobre las mascarillas más adecuadas para los niños, sobre el ratio de alumnos por aula, sobre cómo concienciar a los menores sobre sus nuevas obligaciones como el lavado de manos. Pero también se ha puesto sobre la mesa las herramientas que tenemos para superar con éxito estos días que nos vienen.
El debate ha puesto de manifiesto que existe inquietud entre los padres y por qué no decirlo, cierto temor. Y es ahí donde se debe incidir para que no vaya a más y afecte emocionalmente a los menores. Tenemos que dejar de darle vueltas a la cabeza y actuar para que el marasmo contradictorio de información y de opiniones nos lleguen a bloquear. Recordemos que nuestros hijos son unos maestros en percibir inseguridades, miedos o preocupaciones. Hay que ahuyentarlos a las primeras de cambio, no perder ni un segundo en ellos porque nos desgastan e impiden que actuemos. Aunque nos podamos equivocar con las soluciones que pongamos en marcha, debemos activarlas.
Durante la formación y el intercambio de ideas, hemos llegado a la conclusión que hay que recuperar el juego con nuestros hijos y aprovecharlo para que aprendan las nuevas normas y que entiendan la importancia de lo que tenemos que hacer. También podemos utilizarlo para que se pongan en la piel de un profesor, por ejemplo, o para que sepan a qué atenerse a la hora de entrar en las escuelas. Jugar a a hacer colas para entrar en el cole, tomar la temperatura y aprender qué es fiebre, practicar a quitarse o ponerse la mascarilla como un entretenimiento más. Podemos ser nosotros o sus hermanos los protagonistas o recurrir a muñecos para simular las distintas situaciones. Practicar el día a día es asimilar lo que nos vendrá y reducir al mínimo la incertidumbre de lo desconocido. El niño se sentirá más seguro cuando esté sólo y se tenga que enfrentar por sí mismo a las nuevas situaciones. Y recuerda, la seguridad es una de las columnas del éxito.
Estos juegos permitirán que los niños verbalicen sus miedos o expresen aquello que no entienden; también nos posibilitará sonsacar información de un modo más sencillo y, sobre todo, nada intrusivo o inquisitivo. Tendremos una comunicación natural y fluida. Los padres podremos así obtener una visión global y seguro que nos tranquilizaremos.
Asumamos que el virus está aquí y que perdurará un tiempo. Si hasta ahora nuestra rutina era una especie de autopista más o menos fluida, ahora nos toca circular por una carretera convencional con sus semáforos, atascos y cambios de dirección. Pero no tiene que ser todo negativo porque esas viejas carreteras secundarias acostumbran a esconder los mejores parajes. No se queden encerrados, salgan, vivan y disfruten de sus peques. Y recurran al juego como mejor proceso de aprendizaje y de relación familiar.